lunes, 1 de abril de 2013

El nuevo Dépor y el significado del fútbol




El Deportivo lo puede hacer. Increíble pero cierto. Si los clubes de fútbol son agrupaciones humanas con características propias, salvarse  del descenso en el último minuto sería algo así como cumplir con la tradición de la gesta, el sufrimiento y la imaginación. El partido de ayer frente al Mallorca fue fiel a un guión que es tradición. Remontada, brillo, angustia y explosión de alivio con la euforia final. Todo. Gracias al espíritu de un gran técnico, Fernando Vázquez, que es una de las últimas piruetas de Lendoiro. Si funcionan los resultados todo puede funcionar, sabiendo que el Dépor, como todos, tiene que pagar. Más de doscientos trabajadores de diferentes empresas vinculadas al Deportivo esperan, más de 200. Y una masa social que camina hacia los 30 mil socios. Estamos hablando de algo muy grande para solucionarlo de un plumazo. Que suma más que resta en medio de esta gangrena que nos rodea, de la que tampoco se ha librado, aunque mantiene intacta la capacidad para hacer soñar y colocarnos en el mapa.

Fútbol es fútbol. Y es más que fútbol.


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