La rebaja de puestos de trabajo en el sector del telemárketing en A Coruña está siendo una auténtica sangría. Miles de empleos perdidos por el desmantelamiento de las sedes de servicios de atención al cliente que empezó con Jazztel y ahora está en su recta final con Atento, empresa de Movistar, Telefónica, aunque los EREs en esa compañía han sido continuos en los últimos años. Estamos sufriendo en nuestras carnes la consecuencia final de un proceso de deslocalización que comenzaba hace dos décadas. Las sucesivas reformas laborales y la reducción del servicio por esta política hacen el resto. Los nacionalistas han propuesto que las administraciones no utilicen los servicios de las empresas que desarrollen estas políticas. Difícil encontrar una sola de ellas que no haya aplicado esta medicina, aunque sí es cierto que tienen la ayuda institucional y la cobertura y colaboración absoluta en su expansión internacional a pesar de desarrollar estas políticas a nivel laboral. Seguimos ante la miopía absoluta de nuestros gobiernos y grandes empresas. Sigue la sangría que nos deja secos. Y nadie responde a nivel institucional.
Con esas conversaciones... un caso extremo.
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