Hay gente que, cuando muere, queda escrita en sus libros, en las palabras que se recuerdan, en todo lo que ha ayudado, ha enseñado, ha entregado en su vida. Sigue latiendo. Estamos de luto laico. Se ha muerto José Luís Sampedro en medio de esta sinfonía de irracionalidad e insidia que nos rodea. ¡Harto debía estar! Nos enseñó algunas cosas. Él sabía cómo salir de ésta. Cambiando las políticas y las excusas para estas decisiones que nos están llevando a la ruina a favor de unos pocos, así de claro. En un país que apenas ha visto bajar su producto interior bruto a pesar de la crisis, en el que, simplemente, la riqueza está concentrándose aún más. En el año 2002, antes de esta sinrazón, editó junto al ilustrador Sequeiros el libro El Mercado y la globalización donde explicaba perfectamente lo que iba a pasar si seguía la deriva económica de desregularización y ataques al sector público que se completaba en esos momentos. Es un libro precioso y sencillo … y corto, 21 páginas. No es necesario más para explicar todo ésto. Lo vendieron a 10 euros, los gastos de editarlo, no ganaron nada con él, más que dignidad. Y es que Sampedro pensaba que la humanidad está en construcción y había que ayudarla a pensar.
Con Gabilondo, en encuentros por... Hace muchos años tenían una sección en el primer Hoy por hoy en que hablaban de literatura y vida, que es lo mismo. La literatura, la vida, la economía, la gente, el mundo. Todo y todos estamos relacionados y vivimos conectados sin darnos cuenta.
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