lunes, 4 de noviembre de 2013

La privatización del ferrocarril, el servicio y la seguridad




Si algún medio de transporte es sinónimo de progreso ese es, sin duda, el tren. Progreso y desarrollo económico y tecnológico, portador de prosperidad y de nuevas ideas. Se está planteando ahora en España la privatización del ferrocarril, a pesar de los malos resultados que tuvo una experiencia similar en los trenes británicos. Tras privatizar el servicio volvieron a la gestión pública por la rebaja de la calidad a nivel de horarios, de prestaciones y de seguridad de los pasajeros. Los sindicatos ferroviarios han convocado paros en contra de los planes del gobierno y en reivindicación de que se mejore y no se devalúe el servicio de tren que hemos conseguido, con mucho esfuerzo y mucho retraso especialmente en Galicia. Aún con la herida de Angrois, y con la necesidad de reivindicar un cambio de trazado real en los accesos de Santiago en la curva del AVE, por ejemplo. Cuando hablamos del tren, hablamos de nuestro futuro y de nuestra seguridad y con eso no se puede jugar. Ahí no hay donde ahorrar ni ganar dinero, sólo hay que gestionar y dar servicio con garantías. Nada más y nada menos.

En la mente de todos, lo ocurrido en Angrois. El trazado, los sistemas de seguridad y el maquinista. Un hombre sólo con un aparato que puede alcanzar velocidades de vértigo ¿Cuánta gente hay en la cabina de un avión?

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