martes, 5 de noviembre de 2013

Aquí no dimite nadie y piden más madera




Dice el presidente de la patronal gallega que solamente se podrá salir de la crisis si se flexibiliza aún más el mercado laboral y fluye el crédito. Pide más madera mientras crece la asfixia para los de abajo y, siendo ya inteligente, lo que el empresario gana por un lado, lo pierde con creces por el otro. Cae la actividad y el consumo. La segunda parte, que fluya el crédito, es algo así como una quimera, en un lugar en que los bancos han recibido dinero a fondo perdido y en el que, concretamente en Galicia, las cajas estaban tan poco politizadas que los políticos que debían controlarlas, salvo excepciones, se dedicaban a dar el sí quiero a todas las decisiones. Ahí tenemos a un Moreda que llegó a ser vicepresidente de la caja y estando imputado sigue sin dimitir. Un rostro continuo de la vida política en décadas que siempre ha estado ahí y ahí permanece, como un junco, clavado y oscilando al viento. No es el único, pero su caso es paradigmático. Nada debe asombrar, si la sociedad acepta casi con naturalidad que un extesorero del PP como Pablo Crespo asegure que no solo vio sobresueldos en Galicia, si no que los repartió. Y que durante años metió millones de pesetas en negro en carpetas azules. Todo en negro y en azul como en un sueño.

Los Hermanos Marx explican muy bien lo que pasa. Un clásico, más madera. Cada uno que le encuentre la vuelta que prefiera.


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