jueves, 31 de octubre de 2013

María Pita, Samaín, Fito, viene y va




Una ciudad se hace a borbotones y es la demostración de lo fugaz de la vida de cómo para vivir hay que dejar morir y avanzar. La Plaza de María, el centro de A Coruña, se llamaba campo del derribo allá por 1806 cuando era el lugar en el que la ciudad se abría al mar tras derribarse la muralla histórica. No existían los Cantones, ni se había construído el ensanche, ni los Jardines del Relleno. En 1876 empezó a llamarse Plaza de María pita y de ahí hasta aquí. Cerca de 100 fotos sobre su historia se pueden ver desde hoy en los comercios de la Ciudad Vieja y la zona Obelisco, la mayoría de dos grandes Alberto Martí y Pepucho. Hay cosas que cambian, otras que permanecen y cosas que vuelven. La Plaza inmutable, esperemos que algún día sin terrazas, se ha convertido en una realidad incuestionable para la gente de A Coruña en esta época de vértigo. Y las murallas se están recuperando en un empeño que merece la pena subrayar por parte de gobierno municipal. Todo va a viene, y algunas cosas se quedan. Quien nos lo iba a decir, a nosotros, que volvemos a celebrar el Samaín pensando que celebrábamos el Halloween.

Viene y va, Fito y Fitipaldis.



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