Este fin de semana largo, cuánto tiempo parece que ha pasado, Michel Camino ha actuado en A Coruña. Con un concierto de piano jazz un día y luego, viernes y sábado, con piezas de Bernstein y la Rhapsody in Blue de Gershwim, ágil, luminosa, brillante, acompañado por una Orquesta Sinfónica de Galicia que emociona de lo bien que suena. Camino fue capaz de crear uno de esos momentos mágicos que se producen cuando el ser humano da lo mejor que puede ofrecer, se desbordó y regaló su vida toda en su interpretación. La Sinfónica regala momentos grandes y pequeños de forma continua y es una institución que se vuelca a diferentes niveles en la vida de la ciudad. Hay que contarlo justo cuando el Alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, presentaba presupuestos que confirman y aumentan el apoyo a la Orquesta por parte del Ayuntamiento. Alivia saber que en estos tiempos de crisis se mantiene esa apuesta por parte municipal. Apoyo a un proyecto que es global, que llega a todos, a través de los conciertos escolares y el proyecto didáctico. Y que demuestra la capacidad de redención y de reivindicación del ser humano que nos da la cultura.
Pasen y disfruten.
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