Hemos vivido un nuevo pleno municipal que se ha convertido de nuevo en una serie de monólogos sucesivos con puesta en escena de cara a los medios de comunicación. La Corporación ha aprobado unos presupuestos que el PP ha presentado como los más sociales de la historia frente a las críticas continuas por el desmantelamiento de los servicios sociales públicos. Unos presupuestos que, para la oposición, son los más volcados en las fiestas y el intento de distraer al ciudadano de lo esencial, el alcance de la crisis y lo mal que lo está pasando buena parte de la sociedad. La lógica que se ha impuesto en los plenos merece un momento de reflexión, un minuto de silencio por la democracia y el intercambio de ideas, y una sonora autocrítica. Hasta por parte de nosotros como medio de comunicación. La situación en la calle es tan grave que deberíamos comprometernos a trasladar al ciudadano lo que tiene un sentido y un interés real para que la sociedad mejore. Quizás sea menos llamativo pero, vista la deriva, es imprescindible. Intentaremos hacerlo. En la medida de lo posible.
El pregón de Mario Casas fue "lo más total".
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