Ser niño en el rural tiene que ser todo un reto. Un canto a la supervivencia y a la vida. Estar en una escuela unitaria cuando tienes que aprender a dividir, junto a niñas y niños que están terminando de aprender a leer, por ejemplo. Luego, como compensación, tienes los prados, tus campos de fútbol de hierba natural para darle al balón, o sitios donde perderte, cuando terminas de ayudar en casa, claro. Todo es diferente pero habíamos empezado a construir una sociedad en la que se aseguraba una igualdad de oportunidades que se está perdiendo con el despoblamiento del rural y la excusa de los recortes. Esos recortes que en Institutos de ámbito urbano, hacen que asegurar una enseñanza de calidad, con desdobles de clases en materias troncales como las lenguas y las matemáticas, se considere un lujo imposible. Cuando se trata sólo de ofrecer calidad en la enseñanza pública y cuando aumentan las subvenciones a los centros privados y concertados además. Estamos asistiendo a una rebaja de condiciones continua y callada, al desmantelamiento de un sistema educativo garante de la mejora y el bienestar general que tendrá consecuencias sociales claras e irreparables. En el futuro de todos.
La Xunta de Galicia ha suprimido mil plazas de profesores en los últimos tres años según los datos del Ministerio de Educación. La educación siempre ha sido una de las asignaturas pendientes para un desarrollo armónico y real aquí y en el conjunto de España. Su mejora es un reto que viene de antiguo. Y buena parte de lo que habíamos conseguido está en peligro. Mirad de dónde venimos. Un vídeo curioso sobre la visión de la educación del Padre Sarmiento elaborado por el Consello da Cultura Galega.
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