miércoles, 31 de julio de 2013

De julio a agosto entre la tragedia de Santiago... y todo lo demás




Ha sido un julio extraño, con pérdidas irreparables y acontecimientos que nos han colocado en el límite. Un mes de julio en el que hemos tomado conciencia de que teníamos un AVE que no era AVE, ni por sistema de seguridad, ni por maquinaria. Creado en el imaginario colectivo por los mismos que dicen ahora que no merece ese nombre para curarse en salud, aunque finalmente tendrán que asumir sus responsabilidades. Estamos reconstruyendo nuestra visión del mundo y lloramos a los que ya no están. Y aún nos asombra la capacidad de ayudar y sobreponerse a las adversidades de la gente de aquí, acostumbrada a hacer frente a las catástrofes sabiendo que depende de sí misma, históricamente. Cuando el mundo se vuelve del revés se olvida todo lo demás. Mañana el presidente Rajoy comparece en el Congreso de los diputados para dar explicaciones sobre la investigación de la presunta financiación irregular de su partido y las empresas que aportaron supuestamente donaciones y sus contrapartidas. Y el Dépor apura su plazo, que termina con el mes, para buscar soluciones y se encuentra, a esta hora, en un callejón aparentemente sin salida. Lo mejor de julio es que llega agosto, con todas las promesas intactas porque aún está por comenzar.

Y Julio dará paso a agosto y cada día tendrá su afán. Simon & Garfunkel. April come she will.


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