lunes, 8 de julio de 2013

Quedar sin convenio




Las consecuencias de la última reforma laboral promovida por el gobierno Rajoy se dejarán sentir desde hoy mismo de forma mucho más cruda. Uno de sus puntos fuertes era la desaparición de la retroactividad de los convenios colectivos, esa herramienta para pactar mejoras de condiciones de vida para los trabajadores, que se convertía en un marco de amparo y de mejora respecto a lo general. Termina el plazo dado por la ley para negociar acuerdos alternativos y sectores como el del comercio u otros tan sensibles para la seguridad general como el de los bomberos, a excepción de los de A Coruña, quedan sin convenio concreto. Miles de trabajadores van a ver reducido en el futuro salarios, horarios, turnos, y derechos por los que ellos mismos u otros antes que ellos habían luchado y negociado durante décadas. De un plumazo, como se evapora el agua en un charco con el calor de estos días. Y entrarán en un universo de menor seguridad y más temor. Con medidas que aumentan el miedo y recortan las perspectivas generales como éstas es imposible encontrar una salida a la crisis. De verdad.

En El intermedio daban su visión de la reforma laboral hace un año.


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