Todo el mundo necesita un plan. Las personas y las sociedades también. A Coruña ensayó un modelo, capital de servicios del noroeste de España, con centros comerciales, desarrollo inmobiliario y cultural y potenciación del sector turístico. Un modelo basado en los servicios que se olvidó de crear valor, lo que más necesitamos en estos tiempos de crisis. Los ayuntamientos del área no estaban en el programa, hasta el punto de que se hizo un proyecto de metro ligero basado solamente en la ciudad. Semejante miopía no se entiende si echamos mano del sentido común. Ese modelo hizo muy rica a alguna gente y dio impresión de progreso por un tiempo pero tiene problemas de estructura graves que hay que resolver aunque estemos en plena crisis. Nos encontramos entonces con esa idea municipal, Coruña Futura que busca encontrar un camino real integrando el área y poner en valor nuestras posibilidades de desarrollo. Tiene sentido y eso ya es un avance aunque el coste es demasiado elevado para estos tiempos, 700 mil euros, más de cien millones de las antiguas pesetas, que se llevará además una empresa foránea. Tenemos que creer en nosotros mismos cuando buscamos nuestras fortalezas.
Sería deseable que en este plan que integraran todos los anteriores, que se diera voz en su desarrollo a los grupos de la oposición y que se contara con nuestra gente para su desarrollo ya que no para su diseño. Cuando el ciudadano de a pie escucha hablar de planes y de estudios se echa a temblar porque los resultados hasta el momento se han traducido en un tremendo dispendio cuyo resultado suele quedar guardado en un precioso cajón.Un estudio que debe estar en el cajón, también con empresa foránea incluída, es el que llevó al lema A Coruña, gústame. Os acordáis?
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