Si bebes no conduzcas

Un coche no es un juguete, decirlo parece un lugar común. Es una máquina que puede ser útil o convertirse en un arma. Vivimos en una sociedad en la que tener coche se ha hecho imprescindible. En la que no hay alternativa en muchos casos para desplazarse y eso es injusto y peligroso. Si bebes no conduzcas se convirtió en lema y casi en lugar común de chistes en los ochenta. Pero es verdad que no se debe conducir cuando se ha bebido. Como es verdad que conducir es algo muy serio y no se pueden regalar coches como se regalarían libros. Quizás el problema es que a partir de cierta edad se regalan coches cuando deberían regalarse libros. Que el coche no tiene alternativa ni a nivel de imagen social ni a nivel de transporte público real es una realidad. Y que hay personas que no saben lo que tienen entre manos cuando tienen un volante. Necesitamos alternativas, aunque este no fuera el caso de la última muerte por atropello en A Coruña. Necesitamos alternativas. 


Aquel si bebes no conduzcas se convirtió en una campaña publicitaria intachable. Este lema se ha convertido en una frase hecha. Solamente con que una persona se lo salte puede haber una tragedia y vivimos en una parte del mundo en la que, por suerte, cada vida que se pierde es una pérdida de todos.