Uno de los peros repetidos hasta la saciedad contra el anterior gobierno local de A Coruña era la falta de diálogo con la ciudadanía. Las obras en barrios hechas a saco y sin suficiente información ni consenso previo con vecinos y comerciantes. En el caso de los cambios a nivel educativo la Xunta de Feijoo y su consellería de educación están cometiendo los mismos errores. Ni en la apertura de nuevas unidades infantiles ni en la reorganización de la FP se ha hablado con los afectados, se ha informado en plazo y se ha abierto un turno de consultas sobre las mejores salidas y la mejor opción. Todas las decisiones se han adoptado de forma unilateral y, por cierto, una vez celebradas las elecciones municipales. La enseñanza pública es un tesoro que afecta a miles de vidas y al futuro de todos. No se puede entrar a saco ahí. Hay demasiado en juego. Las personas no son número ni cosas que se reubican y se modifican sin dolor. Y con las cosas de comer, no se puede jugar.
A veces nuestros políticos no se dan cuenta de que han sido contratados para gestionar la cosa pública por nosotros y que sus decisiones deben ser consensuadas sobre todo si afectan de forma tan directa a nuestra vida como en el caso de la educación. Somos la parte contratante de la primera parte...Un chute de cultura general. Con ustedes los Hermanos Marx
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