Ha dado tantas vueltas el debate sobre el futuro de la fábrica de armas que parece un sonsonete repetido hasta la saciedad. Pero en el fondo lo que ocurra con esa factoría emblemática para A Coruña y lo que la ciudad genere en ese lugar será indicativo de la capacidad para construir y llenar de contenido el futuro. Por eso es tan importante y por eso es tan preocupante la falta de reacción institucional por parte de la Xunta de Galicia cuando se le ofrecen alternativas. Falta claridad en relación con algunas propuestas sobre la mesa y falta conocer los números y los proyectos futuros y reales. Por preguntar a los ciudadanos no ha quedado por parte del Ayuntamiento. En ese informe sobre la evolución de la ciudad que es Coruña Futura, sentido común a cambio de 684 mil euros, el futuro del solar de la fábrica de armas se presenta como una de las claves para el desarrollo. Los problemas para terminar de darle contenido y las vacilaciones y falta de transparencia en los últimos meses arrojan un halo de sospecha e indecisión donde había impulso. Cuando los tiempos se alargan todo pierde brillo. Y el tiempo se acaba.
El Alcalde Carlos Negreira se implicó desde el principio en la búsqueda de opciones de futuro con los trabajadores.
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