Más del 94% de los nuevos empleos que se han creado en Galicia en los últimos 5 años son precarios, por horas, temporales y discontinuos. Sólo un 6% de los contratos que se han firmado son indefinidos. Este ha sido el punto de partida de la conmemoración del Día Internacional del Trabajo Digno con concentración ante la delegación del gobierno. En un mundo en el que todos nos hemos acostumbrado a aceptar los males menores, a exhibir cintura a invocar al pragmatismo por encima de todas las cosas. Tendríamos que saber, también los convocantes, que buena parte de la situación actual se ha producido por un vaciamiento continuo de ideología, de información y de conciencia sobre la necesidad de defender los derechos propios. Conmemoramos el Día internacional del trabajo digno cuando presenciamos tragedias como la de Lampedusa que nos hace pensar en necesitamos un día de la dignidad, como especie. Quizás si viviéramos reivindicando que cualquier ser humano es depositario de los mismos derechos, en el futuro podríamos dejar de conmemorar el día del trabajo digno, y no necesitaríamos el día de la dignidad humana. Desde hoy mismo habría que ponerse a trabajar, en cada gesto, en cada lugar. Teniendo presentes nuestros derechos y los de los demás.
La tragedia de Lampedusa. Todo es una cuestión de grados y al final se tolera lo inimaginable y la historia termina así.
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