Mejillones de Lorbé, patatas de Coristanco, huevos de casa, cebolla gallega y mucho cariño, la tortilla de mejillones ha sido la tapa tradicional ganadora del concurso Picadillo este año, con el cremoso de aguacate con langostinos de Alma Negra y las bombas de A Cancela. Carlos Gaioso, de la Taberna Gaioso, decía que, a veces, las cosas sencillas valen la pena, mirar para dentro, también. La tortilla de mejillones comparte espacio informativo con la vuelta a la actividad de San Luís de la mano de su fundador, Lorenzo López con el lema, Estamos de volta. Y allí fue, la gente que le compró la lavadora hace años a renovarla sabiendo que compraba aquí y aquí quedaría la riqueza generada. Sabe Lorenzo López que vende marca de país y vuelve a usar el gallego en su publicidad invocando a esa idea de que juega en casa. Novagalicia Banco, en esta recta final hacia no se sabe dónde, tira también del idioma propio de Galicia en su publicidad. Hay que lamentar que sus directivos se olvidaran de ejercer de gallegos cuando malgastaban todos los ahorros que juntaban por aquí quienes confiaban en ellos. A lo mejor cae en manos de La Caixa, una entidad que nunca se olvidó de su procedencia ni de su obligación, sería una ironía. Sea como sea siempre nos quedará la tortilla, auténtico patrimonio inmaterial.
El concurso de tapas de Picadillo de este año.
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