lunes, 15 de octubre de 2012

Un naufragio al pie del Aquario





Nuestro mar es fuerte y profundo, te da alimento, te mece, te acoge y te puede matar. Se ha escrito todo sobre él pero nunca deja de sorprendernos. Al pie del Aquarium Finisterrae, ese lugar donde nuestros hijos lo conocen por dentro, ayer por la tarde un velero de recreo, de ocho o nueve metros de eslora, se estrelló contra las rocas. Estaba activada la alerta amarilla por temporal. Una persona ha fallecido y al menos otra, quizás dos, se encuentran desaparecidas. Y la noche ha pasado pendientes de ellos sin poder hacer nada más que mirar, porque el mar sin luz y con temporal es un pozo que lo traga todo. El mar nuestro es tan duro que la gente veía lo que estaba pasando desde el paseo marítimo y no podía hacer nada. Es tan bravo que ayer por la tarde los servicios de emergencia no pudieron llegar por el agua al barco casi hundido, si no que necesitaron acceder a través de las rocas o de los helicópteros. No es un juego  nuestro mar, aunque el barco fuera de recreo. Por eso es tan importante insistir. Ni un recorte en salvamento, que debería ser un servicio público, no un servicio privatizado. Lo sabe cualquiera que haya visto este mar.

Al pie del Aquarium Finisterrae, donde se explica lo que no se ve en la superficie, lo que pasa por debajo. Lo que pasó ayer en la superficie lo explica muy bien la foto superior del diario La Opinión.


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