La mayor parte de las personas que han acudido por primera vez a Cáritas en los últimos meses tienen entre 30 y 41 años. Esa cifra no habla solamente de una situación dramática a nivel individual y social, habla de una crisis que se está llevando por delante como mínimo a dos generaciones. Los que ya se habían instalado y estaban pagando su hipoteca, tenían trabajo y habían decidido tener hijos, y los que esperan su incorporación a la vida social autónoma en medio de másteres, cursos de formación y pasatiempos, mientras no saben cuándo llegará su momento. Si seguimos aplicando estas recetas su momento, en muchos casos, no llegará. Por mucho que se venda que un resultado electoral puede avalar ciertas políticas. La imagen de una pareja joven con un niño en el brazo y otro en un carrito que pide leche maternizada en Cáritas y antes vivió una situación que le hizo pensar que podría tener dos hijos, no es una foto, es todo un diagnóstico que vale más que todos los estudios macroeconómicos que puedan vomitar las instituciones y sus acompañantes. Y dice que estamos fracasando estrepitosamente.
"Rockin' In The Free World", Neil Young, versión de Pearl Jam.
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