A cambio de los cien mil millones para la banca, Europa pide al gobierno español que cree un banco malo para absorber los activos tóxicos de las entidades financieras. Vamos, para que gestione los 13 millones de metros cuadrados de suelo y casi 90 mil viviendas que no es posible gestionar en un mercado libre, porque formaban parte de esa burbuja que terminó estallándonos a todos encima, a unos más que a otros. Para eso sí que parece servir lo público, no para gestionar servicios sociales de forma profesional o nuestra sanidad y nuestra educación. Parece servir, sobre todo, para arreglar los desaguisados de los poderosos que siguen en un limbo aparte mientras otros asumimos sus pérdidas y sus responsabilidades. Solamente por parte de Novagalicia Banco se van a aportar activos por valor de 7.200 millones de euros que no se han visto pagar a escote a ninguno de sus antiguos responsables. Por el momento, esta es la situación que aún puede empeorar. Porque, por una pirueta del destino, podría ocurrir que terminen gestionando nuestra sanidad, educación o pensiones los mismos que provocaron la crisis que podría terminar con su desmantelamiento. Nuestra capacidad de asombro no tiene límite. O sí?
Ya lo hemos incluído en este blog, al comienzo de todo. Pero se ha convertido en un clásico que hay que volver a ver ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
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