jueves, 3 de mayo de 2012

Sin periodistas no hay periodismo y sin periodismo no hay democracia




Lo peor que le puede pasar a un periodista es tener miedo. Es más, lo peor que le puede pasar es que tenga miedo y no lo sepa, o no quiera saberlo. Porque trabajamos, precisamente, contando situaciones, hechos, cosas que tienen interés público y que en la mayor parte de los casos suponen ponerse frente al poder. Hoy los periodistas nos vamos a concentrar en muchas ciudades de España para denunciar la indefensión a que la situación laboral somete a nuestro colectivo, que hace que no se pueda ejercer el periodismo sin ese miedo interno que siempre se tiene, pero que cada vez es mayor. El lema de las concentraciones es “Sin periodistas no hay periodismo. Y sin periodismo no hay democracia”. Y es que esta democracia frágil y constreñida que siempre hemos tenido es casi imposible si no se puede llamar a las cosas por su nombre y no se puede contar la verdad de forma profesional. Hacerlo, advertimos, es cada vez más difícil. Y no saber es como no ver.

http://radiocoruna.com/podcast/podcast/gmx-niv58-con7994.htm

Jamás rozamos, ni con la punta de los dedos esta desinhibición, esta libertad. Ni en la sociedad ni entre los periodistas. Sólo en algún momento, como en un relámpago supimos lo es que trabajar como por ejemplo en Primera plana. Aunque en esta película Wilder ataca los excesos rozando la caricatura aquí nunca se respiró, en prensa seria, esa sensación de trabajar sin corsés. Por cierto que el personaje de Lemmon es un buen periodista que no se deja llevar por las trampas del poder en contra de un pobre hombre que va a ser ejecutado. La película es también un alegato contra la pena de muerte.


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