jueves, 31 de mayo de 2012

La memoria histórica, el cuento de nunca acabar




Tiene razón el alcalde Carlos Negreira. Quienes piden que se retire la simbología franquista han tenido tiempo para hacerlo. Es inconcebible que a estas alturas del siglo XXI sigamos con ese debate en la ciudad, un debate que no se da en prácticamente ninguna ciudad de nuestro tamaño y nuestro peso. General Sanjurjo, a vueltas con Millán Astray, Avenida del Generalísimo, y hasta 22 calles...





 El bipartito heredó la resistencia del vazquismo a retirar los símbolos de la Dictadura para no estorbar a sus bases conservadoras y no se deshizo de esa herencia. Negreira utiliza esa circunstancia como excusa, sin que esté dispuesto, visto lo visto, a aprobar esa asignatura. Pero está por aprobar. Y seguirá estándolo, en una situación kafkiana, desde el punto de vista legal y democrático.

http://radiocoruna.com/podcast/podcast/gmx-niv58-con7994.htm

La Comisión pola recuperación da Memoria Histórica desarrolla un trabajo de reconstrucción de todo lo vivido impresionante. Un ejemplo, el vídeo de A fuxida do Portiño.




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