lunes, 28 de marzo de 2011

Penamoa. Érase una vez una historia de vergüenza

Hace algo más de 20 años Penamoa era un monte inhóspito y deshabitado que acogía unas edificaciones blancas con techos de Uralita y sin duchas que había construído el propio Ayuntamiento. Allí trasladó con el apoyo de la corporación municipal a las familias que vivían en el asentamiento chabolista de A Cubela para facilitar la construcción de dos centros comerciales de todos conocidos e impulsar el desarrollo, que lo fue, de una parte de la ciudad. Una pena que el desarrollo supusiera el destierro de un grupo de familias que se abandonaron allí arriba propiciando la creación del mayor centro de tráfico de drogas del noroeste peninsular. Todos nos conmovimos cuando empezamos a contar que en Penamoa había bebés a los que las ratas mordían en la cuna. Algunos les fuimos dando voz año tras ano porque lo que no sale en los medios no existe. Y por aquello de la tercera ronda, de las vistas y de que estamos humanizando la ciudad nos hemos metido en esa tarea colectiva. Acabar con el asentamiento. Está terminando, pero queda más. Mucho por hacer.

El programa Callejeros de Cuatro subió a Penamoa para contar lo que había allí arriba. Lo que algunos estuvimos contando, sin imágenes, años. Lo que toda la sociedad sabía pero no veía o no quería ver.



El miedo hizo presa de los vecinos de Mesoiro, Eirís y, en menor medida, Los Rosales. Se extendió el bulo, porque fue un bulo, de que se iban a realojar en estos barrios a todos los chabolistas.

1 comentario:

  1. ¿Sabes lo que pasa? Que los responsables de crear un gueto en la ciudad nunca fueron denunciados. Ahora alguno se promueve para Defensor del Pueblo ¿gitano?

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