lunes, 7 de marzo de 2011

A 110 kilómetros y bajando

La limitación de la velocidad a los 110 es sin duda el tema. Nadie puede abstraerse a él porque el coche se ha convertido en el compañero de nuestra vida. Ese es el principal problema. En Galicia, especialmente. El transporte colectivo es tan deficiente que no tenemos más remedio que acudir al coche para todo. Si se corre menos, poco o mucho, se ahorra más desde luego. Pero sigue llamando la atención la miopía de nuestros gobernantes, todos. En A Coruña estamos estos días como niños, y niñas con zapatos nuevos con una medida del paleolítico en cuanto a movilidad urbana, el billete único. Como dice esa profesora de la Universidad de A Coruña seguimos sin usar las líneas de tren, y la doble jornada laboral es una realidad antieuropea. Ese es el quid. Lo demás, remiendos.






Miren los núcleos en que RENFE tiene red de cercanías y miren la parte del mapa referida a Galicia. Sin palabras.

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