La última viñeta de Antón Lezcano en el DxT.
El Deportivo podría convertirse este fin de semana en un equipo de primera división. Después de todo lo que ha pasado este año, de su delicada situación económica, con deudas con Hacienda que hay que devolver, de los cambios de presidente y junta directiva, de estar a punto de desaparecer. El apoyo de una afición admirable y un buen entrenador han permitido que el equipo pueda volver a ascender y con comodidad un año después del desastre. El Dépor es un actor más de la vida social, un activo para la imagen exterior de A Coruña y una sociedad deportiva con miles de abonados que crea riqueza y valor. Nadie negará que para una ciudad es mejor, en este mundo que hemos creado, tener un equipo en primera que tener un equipo en segunda división. Ahora, resulta curioso que haya tanta exigencia viendo las cosas en perspectiva. Aunque el final del camino a primera esté siendo largo y renqueante, echando la vista atrás parece asombroso que estemos aquí. Por eso la gente, que en el fondo sabe, espera. Aunque te quedes frío cuando llega un empate esperando un triunfo. Aunque haya que sufrir escuchando los resultados de los otros ya por la tarde. Parecen ritos expresión de una forma de ser. Esperemos que al final echemos mano del espíritu de gesta y no de la negra sombra. Adelante, aunque sea a paso de caracol.
Vamos a poner un triunfo en casa, el partido frente al recreativo en Riazor. 2-0.
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