viernes, 25 de enero de 2013

Las cifras del paro y un regalo




Las cifras del paro son tremendas. Cualquier escenario que hable de falta generalizada de trabajo es desgarradora pero un paro registrado por encima del veinte por ciento habla de ruptura social y  hace que la situación  sea dramática. No es ya solamente la falta de sustento, es ese vivir entre el desvalimiento de los que no pueden mantenerse y el miedo de los que sí tienen trabajo. El miedo es el peor enemigo de la libertad y de la felicidad de los ciudadanos que, se supone, debe ser el objetivo fundamental del buen gobierno. Llama la atención que los responsables públicos lleven años admitiendo que va a subir el paro sin sonrojo y sigan aplicando las mismas políticas que siguen hundiendo al ciudadano. El paro más parece un objetivo que una consecuencia, que beneficia y mucho a unos pocos aunque deje sin ningún brío a la sociedad más productiva. Se nos mintió, el déficit cero no era la solución, era la perdición y lo peor es que los responsables públicos y económicos lo sabían, o tenían la obligación de saberlo.

Y el regalo.




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