viernes, 18 de enero de 2013

El Prestige y la arrogancia




El tono de voz, la cadencia de Fernández de Mesa han vuelto a aparecer tras los días del Prestige. Allí estaba, arrogante y aparentemente seguro en el juicio sobre la catástrofe que sigue en la recinto ferial de A Coruña, diciendo que él comunicó pero no tuvo responsabilidad en la toma de decisiones de aquellos días, sólo comunicó. Era la imagen de un hombre que no tenía dudas, que trasladaba las decisiones y comunicaciones del gobierno sin ninguna vacilación, y ahora sabemos, si dice la verdad, sin entrar a pensar lo que contaba y sus consecuencias. No fueron días fáciles para nadie, desde luego y un amasijo de chatarra con una carga con un potencial de destrucción altísimo estaba frente a nuestras costas. Pero más autocrítica y análisis ya en aquellos días y más responsabilidad y transparencia, incluso más humanidad hubieran sido necesarias e imprescindibles. Es lo que una puede pensar al escuchar esa forma de hablar, esa ceguera frente a la razón. Esa arrogancia.

Arsenio Fernández de Mesa es ahora Director General de la Guardia Civil. Su acto de toma de posesión.


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