La Real Academia Galega hace aguas por asfixia económica. Su presidente, Xosé Luís Méndez Ferrín, ha lanzado la voz de alarma ante unos presupuestos que suponen una rebaja del 70 por ciento respecto a 2012 con especial incidencia en la partida procedente de la Xunta de Galicia encargada por ley de velar por el mantenimiento y el futuro del idioma gallego. La lengua propia de Galicia está como su academia, desprotegida, sin el mimo y el cuidado necesario por parte del gobierno autonómico sobre todo en la escuela, el único lugar en el que muchos niños tienen contacto con la lengua de sus abuelos, que no sus padres ya, en ámbitos urbanos. La falta de recursos para la Real Academia Galega es solamente expresión de una política de desamor hacia el idioma que está poniendo en peligro un patrimonio de siglos que se puede desmantelar en unas décadas. Al mismo ritmo en que se desmorona nuestra pirámide demográfica. Un indicativo y una coincidencia nada desdeñables. Dan que pensar.
La Real Academia Galega dedica este año de recortes a divulgar la obra y la figura del gran Roberto Vidal Bolaño. Aquí su Oración ao Apóstolo allá por el año 2000.
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