miércoles, 30 de enero de 2013

Caballero sin espada





El Parlamento de Galicia es ese lugar depositario de la soberanía popular en el que las personas que ha elegido la gente para representarla toman decisiones que afectan a la vida pública. Si se recoge el espíritu de esta definición de andar por casa de forma textual nadie entendería que se pudieran cerrar sus puertas al ciudadano porque esa actitud es una contradicción con el espíritu de la institución. Se está haciendo en diversos lugares, y está mal. La Presidenta del Parlamento ha comunicado de forma unilateral que solamente ella y, por tanto, el PP, autorizarán a entrar o no a invitados para seguir las sesiones en la Cámara. El respeto debe regir la vida pública y se está perdiendo muchas veces en los últimos tiempos, cierto, hay que exigir unas maneras básicas, pero nuestros gobernantes deben tener presente que escuchar soluciones alternativas a las que propone con su mayoría dentro de la lucha partidaria es lícito y necesario en democracia. Y que, si no lo hace, puede encontrar respuesta. Con consenso, transparencia real, nunca medias verdades y defensa del interés general no hay nada que temer. Cerrar el parlamento al ciudadano es cerrar la democracia y alejar las instituciones de la gente, aunque se haga en todas partes de aquí a Tombuctú.

Hablando de parlamentos. Caballero sin espada. Visión obligada para saber qué es y en qué se puede convertir si se cierran las puertas de los parlamentos la democracia.






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