Nunca un flotel dio para tanto. Ha servido como anuncio electoral, como idea fuerza sobre la recuperación de tono en los astilleros ferrolanos, como ejemplo de reactivación económica y de capacidad de negociación. Finalmente y a cambio de la tecnología y la creación de valor de Barreras Pémex construye un flotel en Vigo, en un astillero ahora de su propiedad y otro, a cargo de Navantia en Ferrol. Dos años después de los anuncios en plena precampaña y campaña de las gallegas en lo que se convirtió en uno de los principales argumentos de Feijoo. Ahora Navantia pretende trasladar parte de la construcción del flotel de Ferrol a Cádiz, a los astilleros de Puerto Real, en una operación que suena a repetición. Porque a Puerto Real se han trasladado desde Ferrol pedidos, maquinaria e incluso personal de alto nivel. Ante el silencio de los dos grandes partidos y la mayoría de los sindicatos, no todos. El PP gallego ha protestado enérgicamente en esta ocasión. En este traslado se juega su credibilidad en un momento complicado. El flotel fue negociación directa de la Xunta para Galicia. Es surrealista y no vienen a la mente muchos sitios en los que algo así se pudiera consentir. Estamos jugando con nuestras cosas de comer y son habas contadas.
Los trabajadores de Navantia insisten en que el flotel no soluciona sus problemas de actividad. Siguen insistiendo en la construcción del dique flotante ya descartada por el gobierno.
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