En medio de las llamadas de alerta, de las dejaciones propias y extrañas, del olvido consciente o inconsciente de una lengua que se usa o no se usa a veces por indirectas, sigue la aventura de reexistir. El gallego, la lengua propia de Galicia tiene dominio en internet. El punto gal. La noticia es como esas flores de invierno que aparecen en medio de la helada. Surgió en pleno 25 de julio y ya van 12 mil firmantes en su web y 114 entidades adheridas. Se inicia la segunda fase del lanzamiento del espacio puntogal en internet. Para webs, blogs, instituciones y empresas en gallego o referidas a Galicia. Los dominios, ha comunicado la Real academia, estarán operativos en diciembre. Previo pago de 50 a 75 euros, un coste mayor que la media porque el gallego es, y lo es, una lengua minoritaria. Es también un regalo que nos legaron nuestros antepasados con su forma de ver el mundo y de habitarlo. Su irrupción con dominio propio en la red es un motivo para el optimismo dentro del olvido público de su promoción por parte de las instituciones en la cultura y la educación y del olvido privado de su transmisión. Hay que alentar la llama que sigue para que no se apague. Es una cuestión de voluntad individual y colectiva.
Todo dicho en castellano. Por cierto, ahí va un spot sobre galego-portugués-brasileiro y lusofonía.
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