La fundación de las antiguas cajas mantendrá su actividad de forma más austera y más concentrada decía ayer su nuevo Presidente Miguel Ángel Escotet, intelectual curtido en universidades norteamericanas, en la Unesco y la Fundación Anaya. Accede a la presidencia desde el departamento de Responsabilidad Corporativa de Abanca que ha comprometido una cantidad anual para la financiación de la actividad de la institución. El compromiso de Abanca con su sustento económico es de justicia, porque Caixa Galicia y Caixanova fueron creaciones colectivas que se desplomaron por la mala gestión de sus dirigentes, no por la falta de fidelidad y apoyo de sus impositores, y sus fundaciones fueron víctimas de esa situación. Con una estructura mastodóntica, cargada de edificios difíciles de sostener Afundación, la antigua obra social de las cajas, inicia un nuevo camino con el objetivo de mantener la actividad. Con plan para cinco años que presentará en diciembre. En la medida de lo imposible, porque decía Jonh Lenon y recordaba ayer su presidente que “la vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes”.
Lenon, Give Peace a Chance.
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