Sargadelos se ha declarado en suspensión de pagos. Uno de los iconos de la Galicia que se buscaba a sí misma y por momentos lograba encontrarse ha entrado en suspensión de pagos. Sargadelos es como el símbolo de la tradición pasada por la industria, un ejemplo de lo que Manuel Rivas llamaría la reexistencia de este país. El regalo perfecto, la calidad indiscutible, la tierra hecha obra de arte. Un pedazo de la historia de Galicia. El sueño de los que mantuvieron la esencia de esta tierra, como en un frasquito pequeño, bajo custodia de unos pocos entregados en el exilio, hecho después realidad. También los sueños, las quimeras, los milagros, entran en suspensión de pagos, así de triste y así de cruel es esta crisis y esta voracidad. Una empresa que produce artesanía de alta calidad con métodos tradicionales está claro que no es competitiva, ni nunca ha debido serlo, ni sus creadores lo querían. Su objeto no era ganar dinero, si no existir al servicio de Galicia. Su principal alma, Isaac Díaz Pardo, fue apartado de la gestión por sus otrora socios para evitar, se suponía, un cataclismo mayor. Ahora Sargadelos, Sargadelos, un pedazo de cada uno de nosotros, que debería ser al menos semipública para garantizar su labor, está en suspensión de pagos ¿Hay alguien ahí?
El legado de Isaac, resumen del documental ISAAC de Xosé Abad.
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