Comienza la semana con el PSOE pendiente de su asamblea local fijada para el jueves. Este fin de semana su comité provincial se iniciaba con una petición de cierre de filas y de unión frente al clima de división que poco o nada ayuda a fortalecer las posiciones de un partido que ha visto caer en picado el apoyo de la gente. Un comité que intentó explicitar que los ajustes orgánicos son pasado, lo que deja a Besteiro, el actual secretario general, como la referencia en este momento. El PSOE busca salidas del laberinto en el que le han colocado sus propias contradicciones y el mandato primero para el futuro debía ser la coherencia. En el mismo encuentro el secretario provincial Caamaño criticaba la corrupción en el PP pero esa crítica carece de efecto cuando se tolera en las propias filas. Son legión los imputados en la Pokemon por el PP en comparación con los socialistas, es cierto. Y hay sólo uno del BNG que ya dimitió en el momento de su imputación. El PSOE ha anunciado que solamente cesará a los cargos públicos que se mantengan imputados a la hora de ir a juicio y ahora les mantiene. Esa decisión le resta legitimidad a la hora de criticar al PP y de pedir la asunción de responsabilidades que ellos mismos no practican. Y le hace mantenerse bajo sospecha.
Todo empezó a nivel estatal con el Partito Popular en el ojo del huracán. La ausencia de dimisiones por las implicaciones políticas de los escándalos de corrupción han cambiado la visión ciudadana de este gravísimo problema que afecta a las bases de la democracia. Reportaje del programa 60 minutos de Euskal Televista.
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