La política, Titanic, las tertulias de la tele y el pressing catch

Del pleno de ayer habría que quedarse con esa despedida de Miguel Lorenzo a Obdulia Taboadela. A buen seguro que se quedará con eso cualquier ciudadano que no sea lo que se denomina patriota de partido, acompañante de unas siglas hagan lo que hagan los políticos que las representan. Lo demás no debería ventilarse en una sesión de la Corporación Municipal, sino en los tribunales. Si convertimos el debate político en un memorial de amaños del otro, lo devaluamos a discusión de patio de vecindad o de tertulia del corazón televisiva. Y los ciudadanos y la democracia señores, nos merecemos más que eso. Quede pues ese elegante mutis y ese reconocimiento del adversario político en nuestra memoria. O esa irrupción indignada de unos ciudadanos en un pleno para evidenciar que la sociedad quiere soluciones a sus problemas, en este caso la de los cooperativistas del Parque Ofimático. No combates pugilísticos o de pressing catch.




O no tertulias del corazón. Y como no vamos a ponerles tertulias televisivas ahí queda un fragmento de la serie Aida con un cameo de Belén Esteban. Y el retrato, de una buena parte de la gente sencilla que ve en la tele lo que le ponen y sigue a Belén Esteban.

Y como cualquier escusa es buena, qué mejor para aprovechar y escuchar a Celine Dion y ver el vídeo de esa gran película, Titanic. Miguel Lorenzo le decía a Taboadela que es como los músicos del transatlántico que seguían tocando mientras todo se hundía. La concejala de urbanismo no continuará la próxima legislatura en María Pita.