El Deportivo es un equipo de primera división. Su lugar natural. Por historia y trayectoria. Y por una razón fundamental, su base social. Una afición, impresionante, miles y miles de socios con un apoyo que se ha mantenido continuamente en los últimos años de crisis y de sucesivos ascensos y descensos del equipo. Una afición producto de la huella que el Superdépor dejó a nivel social. El “Barça, Madrid, ya estamos aquí” se proclamó y se cumplió y eso, que se cumpliera ese mantra, lo cambió todo. Por unos años cambió incluso el status quo de la liga más poderosa del mundo y hasta la imagen de nosotros mismos. Esa gente, que es el Dépor, porque un club es la suma de sus socios y la representación de una sociedad, tiene mucho que ver en ese ascenso de nuevo meteórico que ahora hay que mantener. En un año difícil en el que también se ha sabido realizar un cambio de directiva de forma acertada en medio de la necesidad de encarrilar la situación económica y de pagar lo que se nos debe a todos. Con entrenador y jugadores en una piña con la afición y un equipo a reconstruir. A veces la cuadratura del círculo es posible. Corriendo la banda.
Resumen del partido.
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