El Rey reina pero no gobierna ¿Se puede reinar sin gobernar? ¿Se puede heredar el título de Rey para garantizar la estabilidad en medio de serias cicatrices en el tejido social de las que hablaba ayer el Rey en el momento de abdicar? Juan carlos I ha abdicado en las últimas horas y en A Coruña y en muchas ciudades grupos de personas se agruparon cacerola en mano para reivindicar la instauración de la tercera república, y algunos de la República galega. Otros han pedido un referéndum sobre la forma de estado. Hay quien ha dicho que la abdicación llega tarde aunque jalea que llegue y, en gradación ideológica, los más han aplaudido al Rey señalando que se va por la puerta grande. Así somos. Los que intentan sostener un régimen que ha supuesto el período más largo de democracia y la construcción de un tímido estado del bienestar, que ahora se pretende desmontar, por un lado. Y los que consideran que una monarquía no cumple con el requisito básico de igualdad para todos con o sin batalla territorial, por el otro. En el fondo hay una unanimidad, que la abdicación se ha hecho esperar de más. Lo demás está por escribir.
El discurso del Rey.
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