martes, 10 de junio de 2014

A Santiago voy




La crisis en el Ayuntamiento de Santiago afecta de lleno como en un efecto dominó a toda la vida política gallega. Nunca pensó el conselleiro Agustín Hernández en que esta legislatura sería Alcalde de Santiago. Sonaba como candidato creíble tras el esperpento de Conde Roa y su sucesor. Ahora se hará cargo del Ayuntamiento y no hay suficientes concejales electos para formar su gobiernoporque la mayoría están imputados. La crisis del ayuntamiento de Santiago supone algo así como el fin de una forma de hacer política con demasiados sobreentendidos, malentendidos y poca transparencia. Y ha saltado en sólo tres años de gestión. La sociedad ha cambiado y su nivel de tolerancia también y es cada vez más necesario abrir puertas y ventanas si se quieren preservar las instituciones que nos han servido hasta hoy. Mientras el PP sigue sin consenso en el parlamento con la idea de reducir diputados para facilitar su relección con el argumento de la austeridad. En la dirección opuesta. No es eso, no es eso.

La situación en Santiago era insostenible.



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