Se cumplen esta semana tres años de las municipales, parece que hace mucho más, y es momento de balance. Estamos a un año de las próximas elecciones con unos resultados en europeas que han encendido las alarmas sobre todo en los dos grandes partidos y con maraña de imputaciones que vienen a poner el foco en actitudes que antes muchos consideraban justificables y normales. La sociedad ha cambiado y esta crisis loca la ha hecho enfrentarse con sus contradicciones. A todos. Son muchos los que apuntan en medio de esta encrucijada a la necesidad del poder de conectar de nuevo con la ciudadanía. Está bien. Pero conectar debe llevar consigo cambiar de políticas, si no, no puede haber conexión. Aquí tenemos a un PP que disfruta de una mayoría absoluta por un concejal, a un PSOE que sigue intentando buscar su camino, al fenómeno Podemos como tercera fuerza, Esquerda Unida a la espera de A Nova y un BNG que ha quedado como quinta fuerza en la ciudad. Con Carlos Marcos expectante y UPyD con el 4 por ciento de votos. Un puzzle difícil de cuadrar en un momento de cambio sin igual en los últimos años. Lo que sea lo contaremos.
El mitin central del PP en A Coruña en las anteriores municipales.
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