miércoles, 4 de junio de 2014

La Praia Grande de Miño y la arena del puerto exterior





La Playa grande de Miño es un arenal maravilloso, un regalo de la naturaleza. Como todas las playas. La playa de la gente de Lugo, Ponferrada y León y de todos nosotros, la playa que acoge y en la que hay sitio para todos. Estos días la demarcación de costas le está aportando áridos para compensar los estragos de los temporales y el peligro de la pérdida de dunas. Pero con una arena más gruesa y de tono gris procedente del puerto exterior de A Coruña. Los tesoros naturales deberían ser tratados como tales, con mimo especial, estudios rigurosos y mucha luz y taquígrafos. No vale cualquier arena para unir a más arena, eso lo ve cualquiera. Y menos sin estudio de impacto conocido públicamente, ni análisis de áridos, cuando se están moviendo 50 mil metros cúbicos de arena con más de 850 mil euros de presupuesto. Cuando la arena primigenia está en la ría y lo más equilibrado sería recuperarla, como se hizo en la zona hace más de 5 años. Hay que pensar porque una playa es un regalo de la naturaleza y nuestro deber es preservarla.

Los temporales han perjudicado especialmente este arenal. Los ecologistas denuncian además que la construcción del espigón en Sada ha cambiado la dirección de las corrientes que desplazan la arena de la playa de forma habitual.


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