Los funcionarios de justicia de A Coruña daban esta semana la voz de alarma ante el acuerdo del Ministerio con el Colegio de Registradores para privatizar el registro civil que puede hacerse efectivo antes del verano. La privatización del registro civil supondría, además del daño para los puestos de trabajo de importante número de personas, cuestión que no creemos que ayude a salir de la crisis, el pago por parte del ciudadano por la realización de trámites obligatorios por ley. De 50 a 60 euros por partida de nacimiento, 300 por un expediente de matrimonio civil o de 10 a 40 euros por una fe de vida. Lo del matrimonio no es por fuerza, pero notificar a la sociedad que se nace o se muere y que conste en acta es, evidentemente, paso obligado. El registro civil va a dejar de ser público a mayor gloria de los registradores de la propiedad. En un país en el que la presión para los de abajo es cada día mayor, a pesar de la realidad virtual de que estamos saliendo de la crisis. Al final podemos terminar registrados como propiedad de no se sabe quien con nuestros datos en manos de entidades privadas ya desde el momento de nacer. Y encima pagando. Suena tan mal que inquieta. Alguien podría hacer una novela. O la hizo ya?
Os acordais de la serie que adaptó Un Mundo feliz, de Huxley. Hay que leerse el libro.
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