lunes, 10 de febrero de 2014

El caso Pokemon, la ORA y la política en Gran Bretaña





Un ministro británico acaba de dimitir porque ha trascendido que no tenía en regla los papeles de su asistenta. Justo cuando ha trascendido el grueso del sumario de la Pokemon y parte de los imputados se dedican a declarar que ayudaron a personas a encontrar trabajo en las contratas municipales de Vendex como si fuera algo lógico y normal. Con independencia de que las prácticas reflejadas en el sumario tengan o no materia penal afectan claramente a la calidad de nuestra democracia y a la igualdad de oportunidades. La mejor forma de hacerles frente e impedir que la gangrena afecte al sistema es mantener los servicios públicos con reglas de acceso claras. El problema cuando se crea una red clientelar en la administración además es que terminan los controles y es más fácil el despilfarro y que se tomen decisiones contrarias al interés general que afectan a fondos públicos. Habría que añadir que hay multitud de servicios en los que queda demostrado que la externalización ni mejora la gestión, ni la calidad de las prestaciones, ni el coste para las arcas públicas. No hablemos ya de la ORA, que supone privatizar las calles con un contrato en el que la empresa tiene asegurada la cobertura de las pérdidas. Siempre se dijo en esta casa. Ahora sólo tenemos que repetirlo.

Otra dimisión de un Ministro británico, hace dos años, el de Defensa, por tener como asesor a un amigo suyo sin cargo oficial.


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