miércoles, 12 de febrero de 2014

El atropello de Bastiagueiro y el atasco en A Coruña, siempre el coche




En la mañana del 15 de noviembre de 1994, una furgoneta atropellaba a un joven de 17 años que cruzaba la recta de Bastiagueiro para asistir a clase en el Instituto María Casares. Mientras le operaban en el Hospital sus compañeros cortaron el tráfico todo el día y parte de la noche para exigir más seguridad vial junto a estudiantes y profesores del INEF. Y es que antes en la recta de Bastiagueiro había quedado marcada a tiza, la silueta del estudiante fallecido por otro atropello a la hora de entrada en el centro educativo y antes y después fueron atropellados estudiantes del INEF. Las autoridades tuvieron que responder a las protestas y se construyó un paso elevado que muchos usan para atravesar la carretera rumbo a la playa y el Ayuntamiento de Oleiros monta cada día dispositivo de circulación en coincidencia con las entradas y salidas del Instituto. Ayer se produjo otro atropello justo cuando A Coruña vivía un macroatasco por un rótulo que amenazaba con caer en Alfonso Molina. Coches y más coches, que hablan de la falta de transporte público, de accesos saturados y de sensación de abandono respecto a las necesidades del ciudadano. Como telón de fondo aquellos adolescentes que se unieron y cortaron el tráfico hartos y consiguieron mejoras en la seguridad que seguimos disfrutando y debemos ampliar. Toda una lección de microhistoria cotidiana.

Dice el PP que no habrá atascos en A Coruña cuando terminen las obras eternas de la Tercera Ronda.



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