El puerto exterior de Punta Langosteira ha sido una infraestructura muy contestada desde su arranque. Su ubicación había sido descartada con anterioridad por razones técnicas y de coste y terminó siendo una solución de urgencia para tapar la boca en pleno Prestige a quien reclamaba un puerto refugio en las costas de Galicia. Así, como puerto refugio, se presentó en aquella rueda de prensa de Álvarez Cascos en A Coruña, con la Plaza de María Pita llena de banderas de Nunca Mais. Una solución que surgía en pleno boom inmobiliario, con el entonces Alcalde Francisco Vázquez como promotor y encargado de la gestión de las recalificaciones que debían pagar en parte la infraestructura. Luego la financiación a costa del ladrillo se fue al traste y el presupuesto de la infraestructura aumentó hasta duplicarse, casi 800 millones de euros con cálculo por lo bajo. Ahora se descarta para el traslado del buque Adelaida, gemelo del Canberra, por razones técnicas y de seguridad y la maniobra se realizará en Vigo. Esta situación es especialmente grave porque indica que el puerto no sirve para lo que se le necesita. Para trasladar una fragata construída en Ferrol no se pueden utilizar ni el puerto exterior de A Coruña ni el ferrolano, a pesar de los millones de euros embarcados en estas aventuras. Alguien tendría que responder por esta situación.
La maniobra del año pasado según la revista naval.
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