Ante la venta de Novagalicia Banco ¿qué pasa con la Obra Social de las cajas gallegas?

Los trabajadores de la Obra social de Novacaixagalicia ¿se acuerdan? piden que la venta de NCG se realice sólo si hay compromiso de mantener su actividad con números sobre la mesa. En un comunicado corto y concluyente califican de expolio lo que el Ministerio de economía, el FROP y la Unión Europea han hecho con las cajas gallegas. Acto seguido piden que se cumpla el compromiso del ministro De Guindos de reconocer que la obra social tenía, como mínimo, un 7 por ciento de la caja fusionada y debe tenerlo en el banco y que haya compromiso de presupuesto para la permanencia de sus iniciativas. La participación de la Obra social en la caja se convirtió en humo cuando llegó el grueso de la ayuda europea y nunca más se supo de ella. Nada por aquí, nada por allá, un juego de niños. Pero la obra social de las cajas, que da trabajo a 250 personas y atiende a colegios, centros de emigrantes, bibliotecas, escuelas de negocios y una colección de arte notable es lo mejor que queda de todo aquello. Y es limpio y bueno. La sociedad gallega no debe pagar dos veces ni tres por los excesos de los gestores de sus entidades financieras y la falta de rigor de los que tenían la obligación de controlarles y retirarles de sus puestos cuando fue necesario. No se lo merece.

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