jueves, 29 de septiembre de 2011

El ofimático, otra historia de vergüenza


El ofimático. Otro ejemplo de que todo vuelve, lo bueno y lo malo. Y de nuevo nos enfrentamos a unas prácticas urbanísticas claramente irregulares que tenían al ciudadano como un sujeto al que se podía moldear vía expropiación forzosa sin consecuencias aparentes. Se expropia para hacer un parque de oficinas inteligentes a un precio. Luego se deja el asunto dormir. Luego se cambia el uso del suelo para viviendas. Luego se crean cooperativas y otra gente expone sus ahorros. Luego el desvarío total, los tribunales intentan enmendar una conducta que debería ser investigada como dice EU por la fiscalía ¿Dónde ha estado el fiscal en estos años, por cierto? Lo que no es lógico es que ahora se pretendan ralentizar nuevamente las cosas. Porque el único que pierde es el sufrido ciudadano.

Con gran aparato de propaganda el gobierno saliente presentaba el desbloqueo de la urbanización del ofimático, después de tantas vueltas y con mucha dilación.


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