Se acabó La pelota vasca

Es la noticia. En una campaña electoral que no existe, aparece como una flor de otoño. ETA abandona la violencia. Lo mejor, que cesan las muertes. Desde aquí, desde Galicia, que se termina un fenómeno que nos embrutecía y nos separaba. Un argumento para el horror y la separación. Un alimento para el fascismo, para lo peor que hay en nosotros. La crisis lo ocupa todo y la que hubiera sido la noticia más importante de la democracia no se acompaña de esa sensación. Pero es una de las noticias más importante de la democracia. Que la apuntala y la normaliza. Ojalá el tiempo nos demuestre que acabó.

  Terminó, esperemos, la pelota vasca. A modo de homenaje a una película limpia, bella, que llamaba a escuchar, a entender lo ininteligible. Producida por cierto en parte por la familia de Ernest Lluch. In memoriam.