jueves, 6 de octubre de 2011

Capitanes intrépidos, un pequeño barco frente a un mercante


Un marinero desaparece y todo queda en suspenso. Las cajas, las indemnizaciones vergonzosas, la crisis. La vida. Porque se trata de una vida, una vez más. Un barco de 12 metros de eslora frente a un mercante de 88. La desprotección del pequeño ante la envergadura del grande que se lo lleva por delante. Seguimos pendientes de Sergio Romay, 26 años, hijo del patrón del Tabar que limpiaba pescado sin sospechar que se le venía encima un mercante de grandes dimensiones. A veces la realidad supera a la ficción y la vida se convierte en una metáfora continua.  

Impresionante la valentía de las personas que trabajan en el mar. En esta ocasión venían confiados entrando ya a puerto. Fuera pueden encontrar situaciones como ésta del vídeo.


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