martes, 4 de octubre de 2011

NCG, segunda parte, las indemnizaciones de sus directivos


24 millones de euros en indemnizaciones en una entidad que vale solamente 180, el trece por ciento. No está mal. Cuatro mil millones de las antiguas pesetas. Las prejubilaciones de los directivos de NCG son, vistas en su conjunto, un escándalo. Un escándalo premio a una gestión con consecuencias ruinosas. Y con una responsable última, la Xunta de Galicia que en tiempos de Fraga dejó crecer y consolidarse un modelo de cajas de ahorro que funcionaron como baronías territoriales con total independencia del poder político y sin control. Un modelo que no tuvo arrestos para modificar el bipartito y que Feijoo heredó con toda naturalidad. Porque la Xunta sí tenía potestad en sus cajas para incidir en su modelo de negocio como tiene la Generalitat, las diputaciones forales en el País vasco o la Junta de Andalucía. O como en Valencia donde, igual que en Galicia, vemos gestiones ruinosas e indemnizaciones multimillonarias. Si hubiera habido control la situación de partida hubiera sido distinta en esta ola de privatizaciones. Ahora nos encontramos con cajas en ruinas e indemnizaciones que causan sonrojo y más con la que está cayendo a nivel social.

El dinero mueve el mundo, decía Liza Minnelli en Cabaret.Dinero, aléjate, dice el grupo británico Pink Floid en el tema incluído en su LP The Dark Side of the moon.  


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