lunes, 10 de octubre de 2011
Galicia pierde aunque sus inversores ganen
La venta del Banco Pastor ha sido un negocio redondo. Para sus inversores. Vender por un 35 por ciento más. No está mal. A cambio Galicia ha perdido un banco. La sociedad gallega queda huérfana de referentes en el sistema financiero, con una caja infravalorada, un banco de la caja que pasará a estar controlado por los fondos internacionales y el Pastor en manos del Banco Popular hasta el punto de celebrar su último consejo de administración en Recoletos en lugar de en el Cantón. Con el Pastor y con la caja vapuleada se van los esfuerzos de miles de personas, familias enteras, que mandando dinero desde la emigración, que contando la peseta día a día contribuyeron a crear algo que se vende al mejor postor y desaparece. Es una historia que se ha repetido demasiadas veces con total inacción, cuando no sumisión del poder político y sin una clase empresarial ni directiva centrada en el territorio y pendiente del interés general sino sólo de su propio bolsillo. Ese no puede ser el modelo, si queremos sobrevivir como sociedad.
La otra novia del Pastor era el Banco Sabadell que no ofrecía unas condiciones tan ventajosas a sus inversores. Lo mejor, que el Pastor se hubiera mantenido con su centro de decisión en Galicia. Para eso tenía que haber desarrollado otras políticas en el pasado que permitieran haber mantenido de otra forma su actividad. Dejémoslo así, en este momento. Aprovechamos para ver una iniciativa publicitaria de la otra novia, Conversaciones sobre el futuro. Aquí con Pep Guardiola y Fernando Trueba.
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